miércoles, 23 de mayo de 2018

Asignatura Fundamentos Socioculturales En Contextos Diversificados

Tarea N°3: Calidad del cuidado y la Educación 

semana 11

Introducción
El trabajo que se presenta a continuación explica conceptos sobre la importancia del cuidado y atención infantil, la necesidad de aplicar estos conceptos a temprana edad en los niños y niñas, incluyendo desde la estimulación y cuidado a temprana edad, hasta la opción de resguardar la salud de los infantes, todo esto respaldado por una serie de derechos y políticas públicas, que abarcan los derechos de los niños para una infancia y desarrollo integral, tanto en el cuidado como en la salud y la nutrición.
Además, se consideran los estándares para el cuidado y la educación, los cuales se utilizan como referentes ya que han sido creados por profesionales en las diferentes áreas, que abarcan el trabajo, la enseñanza y las distintas maneras de cuidar a los niños y niñas y de entregarles todas las atenciones y cuidados necesarias.
Se observan también datos sobre la desigualdad de la educación entregada por ciertos países y como estos no cumplen con los acuerdos acordados por los derechos de los niños, en cuanto a la necesidad de invertir dinero en la primera infancia.
El Comité de Derechos del Niño interpreta que el derecho a la educación durante la primera infancia comienza en el nacimiento, es decir que desde los pocos meses de vida el niño puede acceder a un lugar donde le entreguen cuidados, atención y educación, como un jardín infantil.
La forma en que se organicen el Estado y la Sociedad para materializar este y otros derechos deberá tener siempre presente el interés superior del niño.

1.- La calidad del cuidado infantil y la educación inicial en los instrumentos internacionales de derechos humanos
Los derechos al cuidado y a la educación inicial implican no solo la garantía o posibilidad de tener acceso a servicios institucionalizados sino, también, que estos sean de calidad. Los instrumentos internacionales que consagran estos derechos son, El Consenso de Brasilla (2010), que compromete a los Estados a desarrollar políticas y servicios universales de cuidado, Consenso de Santo Domingo (2013), compromete a los Estados a ejecutar programas de cuidado.
Todos los Estados de América Latina han ratificado la Convención de Derechos del Niño (1989), tienen la obligación de garantizar el derecho a la educación en las distintas etapas de la niñez, incluida la primera infancia. El Comité de Derechos del Niño interpreta que el derecho a la educación durante la primera infancia comienza en el nacimiento.
La forma en que se organicen el Estado y la Sociedad para materializar este y otros derechos deberá tener siempre presente el interés superior del niño.
Desde el reconocimiento del carácter integral de los Derechos del niño y su necesaria proyección a futuro, forma parte de la definición del interés superior del niño. La obligación del Estado frente a los derechos de la infancia contiene implicaciones también con los derechos económicos, sociales y culturales y a su naturaleza progresiva (Griesbach, 2013), sin que puedan excusarse en la insuficiencia de recursos.
Dar cumplimiento a las obligaciones que enfrenta el estado con los niños, niñas o adolescentes, y con la primera infancia en particular, exige tanto elementos estructurales como programáticos. Los primeros materializan la capacidad del Estado de actuar como garante.

En las últimas tres décadas, los compromisos internacionales se tornan más específicos, en la Declaración Mundial sobre Educación para Todos de Jomtiem (1990) se introdujo la idea que “el aprendizaje comienza al nacer”. En el Marco de Acción de Dakar (2000) los estados se comprometen a “extender y mejorar la protección y educación integrales de la primera infancia, especialmente para los niños más vulnerados y desfavorecido”.
En América Latina, los esfuerzos de los gobiernos en materia de cuidado y educación de la primera infancia son recientes, insuficientes y se centran fundamentalmente en la cobertura, sin atender la calidad de los servicios.
El Marco de Acción de Moscú(2010) consagra los compromisos de los estados durante la AEPI que se presenta como un derecho en sí y como base del desarrollo. Entre los compromisos específicos se destacan: La legislación, políticas y estrategias y aumentar la eficacia de la ejecución de los Programas de AEPI. La calidad: Este instrumento no contempla la mejoría de la condiciones de los trabajos de las agentes educadoras, pues en su gran mayoría se trata de trabajadoras mujeres, y no asume compromisos con la calidad del empleo de cuidadoras y Educadoras.
Los Estados Educativos se comprometen a garantizar el acceso de niños y niñas de 3 a 6 años a servicios educativos, además de lograr unos incrementos significativos en menores de esas edades. Todos los compromisos expuestos deben entenderse considerando que los derechos humanos de los niños y niñas son individuales, por lo cual no es aceptable diferir la aplicación de sus derechos, en este caso el derecho al cuidado y a la educación, bajo el pretexto de realizar otros.


2.- Cuidado, atención y educación
 El cuidado es la atención directa que implica una relación inter-personal e incluye acciones tendientes a propiciar el crecimiento sano y adecuado, integrando la nutrición, la sanidad, la estimulación temprana y la parte socio-emocional. La educación inicial se refiere a los contenidos, conductas, competencias, destrezas y la integración del niño en la sociedad. En los niños se debe considerar el bienestar físico, afectivo y emocional, el cual permanece durante toda la vida.
Los derechos del cuidado se enfocan en la persona receptora y a la dadora del cuidado, en relación a los derechos del niño se enfoca en derecho a la alimentación, salud y a la educación.
Este derecho se relaciona de manera directa con la equidad de género enfrentando de manera firme con posición política, estos problemas que se involucran de manera directa con el bienestar, desarrollo y plenitud de la infancia, la niñez y la adolescencia. Se habla de cuidado y educación porque eso tiene connotación teórica e ideológica, pero por que también tiene implicaciones en términos de derechos, responsabilidades de los estados y por ende, de políticas públicas.
La atención se refiere generalmente a educación, higiene y nutrición, en un entorno sano que apoya a niños y niñas en su bienestar cognitivo y emocional. La educación en la primera infancia incluye la estimulación temprana, la orientación y muchas oportunidades para el desarrollo biopsicosocial del niño. En la práctica atención y educación no se pueden separar, juntas son requisito para proveer los servicios de calidad para los niños pequeños.
 En la reciente norma técnica de desarrollo infantil integral del educador, se entiende que “el conjunto de acciones articuladas, orientadas a asegurar el crecimiento, maduración, desarrollo de las capacidades y potencialidades de los niños y niñas, dentro de un entorno familiar, educativo, social y comunitario,satisfaciendo de esta manera sus necesidades afectivo, emocionales y culturales”, es lo que debe lograrse desde los centros de desarrollo infantil y los centros infantiles del buen vivir. (Ecuador, 2014)
La calidad del cuidado infantil se basa en la visión de especialistas en salud, educación, psicología y sobre las políticas públicas sobre cómo, dónde y por quien debe ser provisto el cuidado. Relacionado con un discurso psicológico-educativo, que enfatiza en el componente afectivo-vincular, otro discurso médico que prioriza los aspectos sanitarios y en priorizar la lactancia materna para prevenir enfermedades, y otro discurso político, enfocado en las políticas públicas del país.
Para lograr el buen cuidado de los infantes o de personas mayores, debemos considerar las necesidades de estos para cubrirlas y entregarlas en la medida que sean necesarias, así como también considerar las buenas condiciones de trabajo y económicas, y de satisfacción que debe tener la persona cuidadora para entregar un cuidado de calidad.



3.- Estándares de calidad
La preocupación por la calidad tanto del cuidado como de la educación ha estado muy ligada a su evaluación, se ha orientado a hacer operativo el concepto de calidad adoptado para determinado ámbito. Se ha establecido una serie de criterios, orientaciones y parámetros, entendiendo estos últimos como factores en base a los cuales se valora una situación o variable. En el esfuerzo de operacionalizar se distingue una dimensión política ideológica del concepto de calidad, así como una dimensión técnica pedagógica.
A su vez, en lo referido a esta segunda dimensión se reconocen tres ejes centrales: un eje epistemológico, un eje pedagógico, y un eje organizativo administrativo la primera infancia, es vista desde distintas perspectivas, por ejemplo, en Estados Unidos está relacionada con una preparación que permita a niños /as asumir con éxito la escuela, mientras que en países como Dinamarca o Noruega las edades tempranas son vistas como una oportunidad
 que va más allá́ del desarrollo cognitivo y de las habilidades lingüísticas para abarcar habilidades sociales y emocionales. En Finlandia la educación inicial tiene como uno de sus objetivos preparar a los infantes para el nivel primario de la escuela su objetivo es promover el crecimiento de niños/as como miembros de la sociedad éticamente responsables.
La estandarización surge entonces para hacer operativa una determinada visión de calidad del cuidado y la educación siguiendo un enfoque ideológico dado. Los estándares se refieren a los niveles máximos o mínimos de calidad deseados.
Los estándares poseen las siguientes características:
* Son informaciones para ser utilizadas como referencias.
* Se sitúan en el ámbito de la acción.
* Son sistematizadas por personas autorizadas.
* Permiten actuar con mayor seguridad.
* Informan acerca de lo que se espera sea el resultado del proceso, producto o servicio.
* Deben estar disponibles públicamente.
* Indican y delimitan responsabilidades.
* Están sujetas a la rendición de cuentas y son indicadores del nivel de calidad de la cotidianeidad de nuestras vidas.
Para el cuidado de la primera infancia, suelen distinguirse dos tipos de estándares:
* Estándares estructurales, aluden al tamaño de aulas.
* Estándares procesuales, relacionados con la forma de implementación del proceso enseñanza - aprendizaje, sistemas de monitoreo y evaluación de los resultados en los infantes.
En el presente estudio se consideran ambos, en el entendido de que son igualmente necesarios para garantizar los diversos factores hacen a la calidad del cuidado y la educación inicial.

4.- Cobertura del cuidado y educación institucionalizados
La importancia de estandarizar la prestación del cuidado y la educación para la primera infancia radica en que sus comprobados efectos positivos sobre niños y niñas están estrechamente ligados a su calidad. Asimismo, la desigualdad social desde edades tempranas en América Latina está relacionada con la ausencia del cuidado institucionalizado en los sectores de bajos ingresos en la mayoría de los países de la región, así como con las notorias diferencias de calidad entre los centros de cuidado y educación a que acceden los distintos grupos socioeconómicos de la población según su nivel de ingresos.
El acceso y la calidad de los servicios de cuidado y educación institucionalizados son temas de igualdad para la infancia en el presente, pero de no garantizarlos se está examinando la igualdad en el futuro. También se aborda las regulaciones respecto del cuidado infantil y la educación inicial en los países de América Latina, comparando requisitos y estándares en diversas categorías y ámbitos como infraestructura, dotación de personal, seguridad y programas de alimentación, también como la educación de calidad.
Se sintetiza el tratamiento de la educación de la primera infancia y en especial las menciones a su calidad en los instrumentos internacionales; Se presentan algunas nociones y conceptos que se usarán a lo largo del estudio, así como argumentos respecto de la necesidad de mejorar la calidad de los servicios de cuidado; se exponen las cifras de cobertura de cuidado y educación para la primera infancia en los países de la región, junto con las observaciones al respecto del Comité de Derechos del Niño; se compara el contenido de las regulaciones nacionales sobre cuidado y educación.

 Además, se formulan algunos desafíos para avanzar hacia un cuidado infantil y una educación inicial de calidad en la región.
La UNESCO apoya a los países en el desarrollo de políticas integrales orientadas a aumentar el acceso y calidad, especialmente de niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Para avanzar hacia este objetivo, esta realiza estudios sobre políticas y programas, identifica y difunde experiencias innovadoras, define indicadores para monitorear la situación de la AEPI en la región y desarrolla proyectos de educación de la primera infancia y educación familiar.
La cobertura del cuidado y educación institucionalizados en amplias palabras se basa en la igualdad en educación de calidad y en distintos servicios como salud, nutrición en la primera infancia, respetando a su vez los Derechos de Niño. Además, facilita el acceso a la educación para que niños y niñas en estado de vulnerabilidad puedan tener una escolarización completa. En base a esto el comité ha presentado la necesidad de incrementar la cobertura de la educación y cuidado para la primera infancia en varios países o implementar programas de desarrollo infantil. Dado esto ha mejorado el acceso a la educación preescolar y a la educación básica obligatoria en las zonas rurales en especial donde existe un número mayor de niños indígenas, refugiados y migrantes. Por su lado UNESCO apoya todo desarrollo sobre el acceso y cuidado de la educación en variados países.


5.- Regulación del cuidado y la educación inicial en América Latina.
Dentro de la educación inicial en América Latina durante los últimos 15 años, sé ha considerado como un conjunto en la mayoría de los países de la región. Si se agregan los programas de atención infantil que incluyen unos componentes educacionales a los programas preescolares formales y no formales, es claro que se está difundiendo ampliamente la necesidad de prestar atención a los niños y niñas durante sus primeros años de vida.
A medida que va tomando fuerza este aspecto relativamente nuevo y aun flexible de la educación, ya que ofrece muchas variaciones, es pertinente examinar con miras a futuras políticas y acciones. A modo de contribuir a dicho proceso, podemos decir que este documento se dedicara a exponer brevemente la lógica subyacente de la expansión de la educación temprana y el campo del desarrollo, en cuanto a líneas de argumentación se hacen evaluaciones de los programas ya existentes, también identificar algunos de los principales problemas que se deben enfrentar a medida que se expande y formular algunas propuestas de funcionamiento de centros de cuidado y educación inicial.

Tabla 1: América Latina (17 países): Tasa específica de matrícula por edades (educación pre-primaria y primaria), en torno al año 2010


Análisis Nº1 :
 Al revisar la tabla podemos interpretar que no se le da la importancia necesaria a la educación temprana o de primera infancia, ya que las matriculas entre los 3 y 4 años son muy bajas en algunos países, siendo que se entrega la opción de jardines estatales y de educación gratuita, estos beneficios no son aprovechados por la sociedad. Consideremos que la educación y la atención en la primera infancia entregan beneficios que perduran en el proceso del desarrollo, por lo cual la matricula debería ser superior al 80 por ciento, para considerarse un porcentaje importante de matrículas. Pero como se observa hay porcentajes de un 1,4 por ciento lo cual no demuestra una preocupación por participar de esta educación. (En efecto el comité ha tenido la necesidad de incrementar la cobertura de la educación y el cuidado para la primera infancia en diversos países o complementar programas de desarrollo infantil).

Tabla 2: Inversión en primera infancia
La calidad el cuidado, igualdad y ejercicio de derechos son aspiraciones que para hacerse realidad requieren inversión pública. Por su lado la magnitud del presupuesto asignado a determinada finalidad en la manifestación más clara de las prioridades de un estado y la expresión máxima de la voluntad política, en circunstancias en que la convención de Derechos del Niño compromete a los estados asegurar la realización de estos con el máximo de recursos disponibles.



Análisis  Nº 2 :
En relación a la tabla anterior, queda demostrado que los países no invierten ni siquiera el 1 por ciento de sus recursos anuales en educación para la primera infancia, no se considera una prioridad dentro de los gobiernos. Lo cual demuestra que estos países no respetan las convenciones de los derechos del niño donde se comprometen a entregar por lo menos el 1 por ciento en beneficio de la primera infancia. No aseguran el mínimo de recursos necesarios para resguardar el bienestar (salud y alimentación) y la educación necesaria para los infantes.

  Conclusión
A modo de conclusión podemos recalcar que tanto los docentes como el estado y la sociedad deben tener presentes las necesidades e intereses de los niños y niñas, haciendo cumplimiento de sus obligaciones con la primera infancia en particular, respetando sus derechos de integridad, sociales y culturales, así el reconocimiento y proyección a futuro será de un carácter integral y significativo. Es necesario que, desde el nacimiento, e inclusive antes, se comience a estimular a los niños, esto genera consecuencias positivas en su desarrollo y en la medida que se integran a la sociedad van adquiriendo nuevas capacidades. Los niños desde la primera infancia deben contar con atención y cuidado de calidad, que corresponde a cubrir sus necesidades ya sea por personas cercanas, o por profesionales calificados que entreguen estos cuidados (Técnicos, educadoras, etc.) afortunadamente existen los estándares de calidad, para poder revisar y proveer los cuidados que son necesarios para los niños según las etapas y edades en las que estos se encuentren.
La educación y la atención para los niños van de la mano, no se pueden separar ya que se complementan y permiten propiciar el crecimiento sano y adecuado de los pequeños, enfocándose en su salud, higiene y desarrollo integral. En los niños se debe considerar el bienestar físico, afectivo, emocional y social, el cual permanece durante toda la vida. Para obtener buenos cuidadores y con ello un cuidado de calidad, debemos considerar ambas partes, es decir asegurarnos de que la persona que cuida este siendo remunerada de manera justa, que está contenta con su trabajo y que se le dé un buen trato para que así la persona o niño atendido reciba los cuidados necesarios para su bienestar.

En relación a la educación, las diferencias entre la educación en la primera infancia que se entregan en distintos países, y en el nuestro, es muy diferente una de otra. Esto genera una desigualdad, así como con las notorias diferencias de calidad entre los centros de cuidado y educación a la que acceden los distintos grupos socioeconómicos de la población según su nivel de ingresos, que incluyen diferencias en la infraestructura, materiales y en la alimentación entregada según los ingresos disponibles. Para combatir esto La UNESCO apoya a los países en el desarrollo de políticas integrales orientadas a aumentar el acceso y calidad, especialmente de niños y niñas en situación de vulnerabilidad, por medio de programas de ayuda.
Claramente el entregar los cuidados, la atención y la educación necesaria para los niños de manera temprana, va a significar un bienestar y una seguridad personal y social para los niños, ayudándoles a adquirir nuevas oportunidades de desarrollo físico, emocional y social, por lo que nosotras como educadoras debemos apoyar y difundir que esto es una parte importante para el comienzo de sus vidas.

Bibliografía
Texto: “Calidad del cuidado y la educación para la primera infancia en América Latina. Igualdad para hoy y mañana” - Flavia Marco Navarro


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